El desarrollo de las habilidades sociales se consigue de muy diversas maneras, incluso a través de un sencillo paseo por uno los parques más conocidos de Logroño, como es La Grajera. Con esta intención, hace unos días, las personas beneficiaras del Programa de Acogida y Atención Integral (PAAI) de Cocina Económica, acompañadas del educador y dos integradoras sociales acudieron a dicho parque. La climatología acompañó y se vivió una jornada muy agradable y satisfactoria en la que además se conocieron nuevos paisajes y ambientes, se potenció la práctica del ocio saludable, sirvió pare mejorar las relaciones interpersonales entre los usuarios, y como no, para romper con la monotonía y favorecer el aprendizaje en ambientes más rurales.
Esta atmósfera permitió además seguir ahondando en las distintas potencialidades que desconocemos pero que son de vital importancia para desarrollar los planes de intervención de cada usuario.
La actividad en sí consistió en un paseo por la zona del embalse, por el observatorio de aves y por donde se encuentra la Virgen del Rocío. A lo largo de la visita se observó la variada fauna del parque, hubo tiempo de descansar en torno a una mesa con unas bonitas vistas del pantano, y como era el cumpleaños de una usuaria también se soplaron las velas y le cantamos el cumpleaños feliz, almorzamos y estuvimos charlando un rato.
Definitivamente este tipo de actividades son necesarias para el buen desarrollo de los objetivos marcados para cada persona, ya que ayudan a complementar todas las actividades que se realizan en el Centro de Día de Cocina Económica de Logroño.